La necesidad de diversificar la oferta de las viñas, la importancia del trabajo en equipo y la urgencia de una mayor velocidad del Estado para que se ajuste a los tiempos del sector privado, son los más importantes aspectos que se requieren para que el enoturismo pueda desarrollarse con fuerza en nuestro país. Así quedó establecido durante el seminario “Luces y sombras del Enoturismo en Chile”, organizado por la Asociación de Periodistas de Turismo de Chile (APTUR), con el apoyo de INACAP y CONSETUR ,que tuvo lugar en las dependencias de la sede Apoquindo del referido instituto profesional, en el marco de la semana de celebración del Día Nacional del Vino chileno.
En forma previa, el presidente de APTUR, Antonio Faundes Merino, destacó la importancia de esta actividad y anticipó que éste es uno de una serie de encuentros en que se abordarán las luces y sombras de diversas áreas del turismo nacional. También manifestó la inquietud de la entidad ante la ausencia de Chile de la primera Conferencia Mundial sobre Enoturismo, efectuada el mismo día por la Organización Mundial de Turismo (OMT), en la región vinícola de Kakheti (Georgia), hasta donde llegaron los principales países productores de vino del mundo y que lideran el desarrollo del también llamado “turismo de bodegas”. “Si queremos estar entre los grandes, no debemos ausentarnos de estas citas que ayudan a posicionar al país a nivel mundial. Sí estuvo presente Argentina”, manifestó.
LUCES Y SOMBRAS
Existe un importante trabajo desarrollado por el Programa Meso Regional de Enoturismo, que está inserto en el Programa Estratégico de Enoturismo Sustentable y que pretende generar una oferta de calidad y diferenciada a fin de atraer a esta actividad, además de turistas extranjeros a visitantes de nuestro propio país. Chile es el cuarto exportador mundial de vino (8,0%); que el producto llega a 150 países del mundo con la marca Chile, y es un primer actor relevante de los países del Nuevo Mundo. Además, posee un importante paisaje cultural del vino; diversidad en potenciales terroirs y tipos de vinos; bodegas tradicionales con historia junto a bodegas modernas con mayor desarrollo tecnológico y arquitectónico.
En Chile hay más de 50 viñas sustentables y certificadas con el “Certified Sustainable Wine of Chile” y que tienen complementariedad con otras actividades, como turismo gastronómico, turismo de naturaleza, turismo de salud, etc. Pero aún son relativamente pocas las viñas que ofrecen productos vinculados a la cultura del vino. Sus principales falencias, la falta de un trabajo en equipo por parte de las viñas, ante el temor de unas a la competencia de las otras, sin considerar que la unión hace la fuerza en este tema y que la llegada de turistas permitirá el crecimiento de todos los involucrados.
En este Seminario se señaló la lentitud del trabajo que realiza el Estado, con una estructura muy estática que le impide moverse al ritmo del sector privado. Ello, frena las opciones de un real aporte del Estado a los empresarios ya que se dificulta el acceso a los recursos disponibles. Asimismo, se evidenció la falta de un catastro de viñas que considere a todas las que existen hoy en el país, que son más de 600, pero de las cuales solamente un 40 por ciento figura en las estadísticas de Sernatur.
Más detalles en Comunicado oficial de APTUR: http://www.apturchile.cl/diversificar-la-oferta-es-clave-para-desarrollo-del-enoturismo-en-chile/