Hace aproximadamente treinta años se ha ido forjando poco a poco un espacio gastronómico único en la ciudad de Temuco, el cual mantiene la tradición y la identidad local en cada una de sus preparaciones. Lo que hoy en día se conoce como Barrio Gastronómico del Ñielol constituye un lugar de encuentro de diferentes locales de gastronomía de la ciudad, los que día a día deleitan a sus comensales con platillos de comida casera, tradicionalmente chilena.
Se encuentra ubicado en un radio que concentra las calles General Cruz, General Mackenna, Matta y Tucapel, todas ellas conectadas a la Avenida Caupolicán, una de las principales calles de la ciudad de Temuco. Formando parte de los espacios históricos de la ciudad, que incluye sectores como la mítica población Tucapel, El Cerro Ñielol, La Feria Pinto y el Barrio Estación. Dentro de este recorrido se encuentra el Barrio Gastronómico del Ñielol y sus restaurantes, María Elena, Restaurante Caupolicán, Zuny Tradiciones y el Rincón de la Gruta. Los que hoy forman parte de un circuito comercial de comida presente en el lugar, que promueve el rescate y la puesta en valor de la comida casera y tradicional chilena, que actualmente buscan una mayor consolidación y reconocimiento, valorando el acto de comer, como un acto poético y social que nos reúne entorno a una mesa y alguna preparación. Generando un momento de conversación e interacción entre familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo.
Cabe destacar que la creación del Barrio Gastronómico Ñielol se enmarca dentro del Programa Juntos de Sercotec, que con un acompañamiento de tres años y un aporte de $90 millones impulsa no sólo el posicionamiento de la marca a través de acciones de promoción, sino también la formación de capital humano y la mejora en infraestructura.
Este proyecto se ha venido trabajando desde el año 2015, cuando cuatro destacados emprendedores gastronómicos de Temuco vieron que no sólo la ubicación a los pies del Cerro Ñielol los unía, sino también una carta basada en el rescate de sabores caseros y tradicionales. A partir de esto deciden aunar esfuerzos e impulsar un sello identitario común que se concreta más de un año después gracias al aporte de Sercotec Araucanía.
Con una cocina casera, tradicional y llena de historia, estos lugares debutaron como Barrio, manteniendo su trato cercano, en un ambiente esencialmente familiar, que siempre es valorado por los comensales locales y extranjeros. Hoy, ya son un espacio destacado dentro de las preferencias de los locales y esperan encantar con sus deliciosas preparaciones a los turistas del resto del país y del exterior.